Uso e interpretación de la vacunación diagnóstica en la inmunodeficiencia primaria


Uso e interpretación de la vacunación diagnóstica en la inmunodeficiencia primaria
Un reporte del grupo de trabajo de la Sección de Interés de Inmunología Básica y Clínica de la Academia Americana de Alergia, Asma & Inmunología

http://www.llave.connmed.com.ar/imagenes/portalnoticias_clip.gif Journal Club del COMPEDIA (02/02/2013)
Uso e interpretación de la vacunación diagnóstica en la inmunodeficiencia primaria: Un reporte del grupo de trabajo de la Sección de Interés de Inmunología Básica y Clínica de la Academia Americana de Alergia, Asma & Inmunología
Jordan S. Orange et al. JACI 2012; 130. S1-24

La mayoría de los pacientes con un diagnóstico de enfermedad de inmunodeficiencia primaria (IDP) tienen cierto compromiso de la inmunidad humoral. Esto generalmente incluye deficiencias cuantitativas de anticuerpos, deficiencias cualitativas de anticuerpos, o ambas. Los pacientes con deficiencias de anticuerpos por lo general se presentan con infecciones recurrentes del tracto respiratorio, pero puede haber una gama amplia de susceptibilidades infecciosas, así como otras comorbilidades subsecuentes con las cuales se presentan. Por lo tanto la valoración de la inmunidad humoral es un componente crítico al momento de evaluar pacientes en quienes se sospecha de una IDP. De forma importante, las indicaciones e interpretacion de las pruebas humorales inmunológicas deben basarse en la correlación clínica ya que el tema primordial de las IDP es la susceptibilidad a enfermedades infecciosas, las manifestaciones atípicas de enfermedades infecciosas, o ambas.
Actualmente, hay una gran variedad de herramientas basadas en estudios que se encuentran disponibles para la evaluación de pacientes con sospecha de una IDP con déficits en la inmunidad humoral. Estos incluyen el diagnóstico genético directo de trastornos en un gen específico, el análisis por citometría de flujo de subpoblaciones de linfocitos, y la evaluación cuantitativa y cualitativa de las inmunoglobulinas séricas. Aunque la edad, el sexo, la exposición ambiental, los medicamentos, y la geografía pueden influenciar algunas de estas medidas, estas pruebas son, en la mayoría de los casos, objetivas y útiles al momento de proveer diagnósticos definitivos. Sin embargo, la evaluación de la calidad de las inmunoglobulinas es compleja y puede ser difícil de valorar. Se debe considerar todo el repertorio de anticuerpos, las respuestas inmunes específicas al antígeno, y el desarrollo de la memoria inmunológica. Esto es de relevancia crítica debido a que los sujetos incapaces de generar una respuesta protectora con anticuerpos serán más susceptibles a infecciones y, bajo ciertas circunstancias, pudieran beneficiarse de la terapia de reemplazo con inmunoglobulinas.
Las preparaciones terapéuticas de inmunoglobulinas son costosas y de abasto limitado, por ende se requiere de una evaluación cuidadosa de los pacientes con deficiencia de anticuerpos que pudieran requerir terapia de reemplazo con inmunoglobulina. La evaluación cualitativa de la función de anticuerpos en un tema en evolución. Actualmente, el procedimiento involucra el uso de pruebas in vitro con el objetivo de determinar si la especificidad de la respuesta del anticuerpo in vivo resulta apropiada. Además, los resultados pueden proporcionar una correlación razonable para la protección ante una infección. Debido a que hay una gran variedad de pruebas disponibles, la selección cuidadosa de un enfoque es importante.
Las respuestas cualitativas de los anticuerpos se evalúan usualmente por la medición de la especificidad de los anticuerpos para antígenos estandarizados a los cuales se expone una proporción significativa de los sujetos. La vacunación profiláctica provee una fuente relativamente ubicua de exposición antigénica estandarizada. La Tabla 1 muestra las vacunas con licencia en Estados Unidos para uso profiláctico que se encontraban aprobadas al momento de escribir este documento. En la mayoría de los sujetos, las vacunas se administran con regulación estricta en cuanto a dosis, contenido adyuvante, ruta y esquema. Por lo tanto, la evaluación de la respuesta a la vacuna con la determinación de títulos de anticuerpos provee una medida de estandarización antigénica entre las poblaciones de pacientes. Sin embargo, hay algunas variaciones en el abordaje y la interpretación de estas medidas que presentan complejidades con las cuales el clínico debe conducirse. Estas incluyen la edad del paciente, que puede influir tanto la respuesta a la prueba de la vacuna y la manifestación de la IDP. Algunas IDP y abordajes diagnósticos son específicos para los niños, mientras que otros son más comunes en los pacientes adultos. A lo largo de este documento, las inquietudes relevantes a los pacientes pediátricos y adultos se mencionan específicamente como se relacionan a las vacunas individuales usadas para provocar inmunidad humoral.
Cuando se sospecha una respuesta pobre de anticuerpos, una práctica estándar es disponer de un reto antigénico (por medio de una inmunización de “refuerzo”) para determinar si un sujeto conserva la habilidad para generar una respuesta cualitativa de anticuerpos. Aunque el proceso de vacunación diagnóstica es una rutina, existen muchas variables para su consideración clínica. Estas incluyen las vacunas o antígenos a utilizar, cómo administrarlas y usarlas, qué pruebas usar para medir la respuesta, y cómo interpretar la información en el contexto de escenarios clínicos complejos. Como resultado, la interpretación de la vacunación diagnóstica puede resultar en más preguntas que respuestas.
En un esfuerzo para proveer una guía para alergólogos/inmunólogos (y otros clínicos que evalúan pacientes con IDP potenciales) en la valoración de la calidad de los anticuerpos en relación a las vacunas en pacientes potencialmente inmunodeficientes, se formó un grupo de trabajo de la “Sección de Interés de Inmunología Básica y Clínica de la Academia Americana de Alergia, Asma & Inmunología” (AAAAI) en Diciembre de 2007. Se incluyeron miembros del “Comité de Inmunodeficiencias Primarias”, así como miembros del “Comité de Vacunas y Amenazas Biológicas”. El grupo se reunió con la tarea de desarrollar un resumen de declaraciones individuales en relación a los tópicos pertinentes a la vacunación diagnóstica. El proceso de generar declaraciones se asignó a subcomités específicos y ocurrió entre Octubre de 2008 y Abril de 2009. Posteriormente se sometieron a por lo menos dos revisiones sesgadas, tras las cuales se revisaron y editaron. Cada declaración se categorizó de acuerdo a la calidad de la evidencia de soporte y se asignó una fuerza de recomendación (Tabla II). Este proceso se completó en Agosto de 2010 y luego el documento se sometió a revisión independiente en Marzo de 2011 por la “División de Prácticas y Políticas” de la AAAAI, se revisó, y luego se completó en Diciembre de 2011.
Aunque está claro que persisten muchas interrogantes, el intento de este esfuerzo es proveer claridad y facilitar la práctica basada en evidencia en la diversidad de este ambiente clínico. El mercado amplio y dinámico de las vacunas, que incluye cambios en la licencia, la disponibilidad de nuevas vacunas, y las innovaciones en pruebas diagnósticas, necesitará de continuos cambios a este documento y sus recomendaciones.
Las declaraciones resumidas se presentan en el siguiente texto divididas de acuerdo a 4 tópicos amplios. La primera sección (I) es el uso de las vacunas comunes para medir la función inmune humoral. La segunda sección (II) trata específicamente del uso de la vacuna polisacárida neumocócica para medir la inmunidad humoral. El grupo de trabajo determinó que la vacuna polisacárida neumocócica requirió de una sección completa debido al énfasis histórico de su uso, así como su aplicación en algunas guías clínicas de cobertura de salud. La sección de la vacunación neumocócica incluye los temas de títulos preexistentes antineumocócicos, así como títulos usados para medir resistencia a infección. La tercera sección (III) abarca el uso e interpretación de las respuestas a la vacunación meningocócica. La cuarto sección (IV) se centró en el uso de neoantígenos y vacunas alternativas en la medición de la función inmune humoral. La quinta y última sección (V) cubre las mediciones y variabilidad en la respuesta a vacunas actualmente disponibles, como la variabilidad definida en los estudios limitados de poblaciones inmunodeficientes.
Con estas áreas específicas de enfoque, el documento consiste en una serie de 70 declaraciones resumidas que primero se enlistaron y luego se reiteraron con una explicación más detallada, que incluye referencias claves de soporte. Este formato es similar al usado en otros documentos clave en el campo de las inmunodeficiencias primarias y tiene la intención de servir como un lexicón para los clínicos que buscan guía en el tema de cómo se aplica la vacunación diagnóstica a las IDP. Este esfuerzo no pretende ser una guía clínica para establecer diagnósticos individuales de IDP; para ello, el lector deberá de referirse al “Consejo Colectivo de Parámetros Prácticos en Alergia, Asma & Inmunología” en IDP. Con esta visión, el presente documento deberá verse como una guía adicional en el tópico específico del uso e interpretación de la respuesta a la vacunación en consideración de las IDP y no deberá reemplazar nada establecido en los parámetros prácticos presentes o futuros de las IDP. Debido a que algunos tópicos son relevantes a más de una declaración, se alienta a que el lector revise el listado de declaraciones antes de decidir cuál de las declaraciones detalladas es relevante para una consideración diagnóstica específica.
LISTADO DE DECLARACIONES RESUMIDAS
I. Uso de las vacunas comunes para la medición de la función inmune humoral
Declaración resumida 1: Las vacunas más comúnmente usadas para el análisis de la función de las células B son aprobadas por la “Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos” (FDA) y se usan mundialmente en niños para prevenir enfermedades contagiosas. (Ia A)
Declaración resumida 2: El diagnóstico y el tratamiento de la inmunodeficiencia común variable (IDCV) incluye tradicionalmente la evaluación de la respuesta a vacunas. (IIa B)
Declaración resumida 3: Hay cuatro inmunodeficiencias primarias que dependen ampliamente del análisis cualitativo de la respuesta a la vacunación. (IV D)
Declaración resumida 4: Varias inmunodeficiencias primarias que se definen de manera genética se asocian con una respuesta pobre de anticuerpos al polisacárido, y la vacunación con la vacuna polisacárida neumocócica (VPN) puede ser de utilidad diagnóstica. (IIa B)
Declaración resumida 5: La respuesta de anticuerpos a antígenos independientes de las células T (polisacáridos) no debe ser un componente de la investigación rutinaria de deficiencias de anticuerpos en niños menores de 18 meses de edad quienes todavía reciben su serie de vacunación primaria. (IIa A)
Declaración resumida 6: Algunas inmunodeficiencias son drásticas, y el perseguir una evaluación de la función inmune humoral mediante pruebas antigénicas con vacunas retrasaría la terapia necesaria. (IV D)
Declaración resumida 7: El uso de vacunas polisacáridas como una herramienta diagnóstica debe integrar criterios numerosos. (IIa B)
Declaración resumida 8: El uso de vacunas con virus vivos debe evitarse en pacientes con ciertas inmunodeficiencias. (IIa B)
II. Uso de la vacuna polisacárida neumocócica en la evaluación de la función inmune humoral y en el diagnóstico de deficiencia funcional de anticuerpos
Declaración resumida 9: Las vacunas neumocócicas se recomiendan para todos los niños, adultos mayores de 65 años, y en algunos grupos de riesgo alto. (Ib A)
Declaración resumida 10: Las vacunas neumocócicas son usualmente bien toleradas. (Ib B)
Declaración resumida 11: Diferentes títulos de anticuerpos neumocócicos puede servir a distintos propósitos anti-infectivos. (IIb B)
Declaración resumida 12: Los títulos de anticuerpos neumocócicos varían durante el tiempo en individuos sanos. (IIb B)
Declaración resumida 13: Los títulos de anticuerpos neumocócicos pueden ser de valor para determinar la respuesta a infecciones neumocócicas previas documentadas si se conoce el fenotipo infectante. (IV D)
Declaración resumida 14: Las respuestas neumocócicas con anticuerpos IgG se evalúan generalmente por medio de ELISA o estudios inmunológicos relacionados. (NR)
Declaración resumida 15: Los estudios funcionales para detectar anticuerpos específicos anti-neumocócicos también existen y podrían proveer de una mejor medida de la calidad de anticuerpos anti-neumocócicos. (IV D)
Declaración resumida 16: La VPN se usa ampliamente en el diagnóstico tanto de adultos y niños que completaron su serie de vacunación primaria con la vacuna conjugada neumocócica (VCN) en quienes se sospecha de inmunodeficiencia para evaluar la respuesta a antígenos polisacáridos. (Ib A)
Declaración resumida 17: La VCN7 y VCN13 se usan ocasionalmente en el diagnóstico de inmunodeficiencias. (IIb C)
Declaración resumida 18: La medición de títulos de serotipos neumocócicos individuales antes y después de la inmunización y la mención del número de serotipo correspondiente es una técnica aceptada para evaluar la función inmune humoral. (IIb B)
Declaración resumida 19: La medición de los títulos de anticuerpos neumocócicos a cualquiera de las vacunas debe realizarse 4 a 8 semanas después de la vacunación. (Ib A)
Declaración resumida 20: Una respuesta protectora (normal o adecuada) a cada uno de los serotipos del neumococo se define como un título de anticuerpos igual o mayor a 1.3 mg/ml. (IIb C)
Declaración resumida 21: Una respuesta normal para un solo serotipo presente en una vacuna neumocócica se define como la conversión de un título de anticuerpos no protector a uno protector. (III D)
Declaración resumida 22: El número de serotipos neumocócicos que son protectores después de una vacuna puede usarse para definir una respuesta normal (adecuada o epidemiológica). (IV D)
Declaración resumida 23: Algunos serotipos neumocócicos se consideran antigénicamente más confiables que otros. (Ib A)
Declaración resumida 24: El título preinmunización más alto de anticuerpo para un serotipo neumocócico específico, es menos probable que el título tendrá un aumento significativo después de la vacunación. (III C)
Declaración resumida 25: La mayoría de los pacientes con un título prevacunación mayor a 1.3 mg/ml puede tener un incremento de dos veces su valor tras la inmunización. Una minoría de los pacientes con títulos iniciales altos será capaz de incrementar cuatro veces su valor de títulos de anticuerpos tras la vacunación. (III C)
Declaración resumida 26: La probabilidad de una respuesta de anticuerpos de cuatro veces, se aproxima a cero si el título pre-inmunización está entre 4.4 y 10.3 μg/ml, de acuerdo al serotipo de neumococo. (III C)
Declaración resumida 27: Las inmunodeficiencias secundarias podrían afectar la respuesta específica al antígeno y disminuir la respuesta a la vacuna del neumococo. (NR)
Declaración resumida 28: La repetición inmediata de la dosis de refuerzo de VPN es ineficaz (y no recomendada y podría promover una respuesta disminuida). (Ib B)
Declaración resumida 29: Los pacientes que recibieron previamente la VCN7 o la VCN13 pueden recibir la VPN23. (III C)
Declaración resumida 30: Un diagnóstico de deficiencia específica de anticuerpo (DEA) se puede realizar si la respuesta a la VPN23 es deficiente pero la respuesta a antígenos proteicos (toxoide tetánico o toxoide diftérico), vacunas conjugadas (Haemophilus influenzae tipo B, VCN7, o VCN13), o ambos está intacta y los niveles de inmunoglobulinas son normales. (III C)
Declaración resumida 31: Las vacunas VCN7 o VCN13 con conjugados proteicos pueden administrarse a los pacientes que tengan pobre respuesta a la VPN23. (III C)
Declaración resumida 32: El grado de falta de respuesta al polisacárido en las deficiencias selectivas de anticuerpos puede clasificarse en cuatro fenotipos. (IV D)
Declaración resumida 33: Se requiere de más investigación clínica para refinar la mejor práctica aplicada a pacientes con fenotipos específicos de deficiencia selectiva de anticuerpos. (NR)
III.  Uso de la vacuna del meningococo para medir la función inmune humoral
Declaración resumida 34: Actualmente en los Estados Unidos hay 3 vacunas del meningococo autorizadas para usarse en niños de 2 años y mayores y adultos. (Ia A)
Declaración resumida 35: Las 3 vacunas del meningococo contienen los mismo serogrupos. (NR)
Declaración resumida 36: VCM4 es una vacuna de proteína conjugada, y la VPSM4 es una vacuna polisacárida. Por lo tanto difieren en el mecanismo de respuesta inmune. (Ib A)
Declaración resumida 37: Hay distintas metodologías para evaluar la inmunogenicidad de las vacunas del meningococo. (Ib A)
Declaración resumida 38: Todas las vacunas de meningococo autorizadas en los Estados Unidos son inmunogénicas. (Ib A)
Declaración resumida 39: La vacuna polisacárida del meningococo es menos confiable en niños pequeños. (Ib A)
Declaración resumida 40: La vacunación polisacárida meningocócica puede resultar en una respuesta disminuida a la vacunación subsecuente con meningococo.
Declaración resumida 41: Existen pruebas de laboratorio comerciales disponibles para evaluar los títulos de anticuerpos meningocócicos. (III C)
Declaración resumida 42: Se espera un incremento de los títulos de al menos dos serogrupos meningocócicos tras la vacunación en un sujeto inmunocompetente. (IV D)
Declaración resumida 43: La inmunogenicidad podría depender de varios factores (que pudieran tener relevancia si otros fabricantes comienzan a producir estas vacunas). (IIb C)
Declaración resumida 44: Dado que hay laboratorios comerciales que miden los títulos de anticuerpos meningocócicos y que ambas vacunas probaron ser inmunogénicas, las respuestas podrían utilizarse en la evaluación clínica para inmunodeficiencias. (IV D)
Declaración resumida 45: Existen consideraciones específicas con respecto a la inmunogenicidad de ciertos serogrupos meningocócicos que deben estar disponibles en las vacunas. (III C)
IV. Uso de vacunas alternativas y neoantígenos verdaderos en la evaluación de la inmunidad humoral defectuosa
Declaración resumida 46: La inmunización con neoantígenos puede usarse en la evaluación de la respuesta específica a anticuerpos en el ajuste de la terapia de reemplazo con inmunoglobulina. (III C)
Declaración resumida 47: No existe experiencia suficiente en cuanto al uso de vacunas rutinarias en el contexto de un paciente con inmunodeficiencia primaria que recibe terapia de reemplazo con inmunoglobulina para evaluar la respuesta de anticuerpos. (IV D)
Uso del bacteriófago φX174 para medir la función inmune humoral
Declaración resumida 48: El único neoantígeno que se estudió de manera extensa para evaluar la respuesta de anticuerpos humanos es el antígeno bacteriófago φX174 dependiente de las células T. (III C)
Declaración resumida 49: La inmunización con el neoantígeno bacteriófago φX174 y la evaluación subsecuente de las respuestas específicas de anticuerpos puede incluirse en el diagnóstico de inmunodeficiencias primarias para evaluar el cambio de clase específica al antígeno y la cinética de la respuesta del anticuerpo, que se incluye en la evaluación de pacientes que ya reciben suplemento con inmunoglobulina. (III C)
Declaración resumida 50: La inmunización con el neoantígeno bacteriófago φX174 es una labor relativamente intensa y se realiza como investigación. (IV D)
Declaración resumida 51: La hemocianina extraída del molusco llamado “lapa californiana” (KLH) es una alternativa potencial del φX174 como un neoantígeno. (IV D)
Uso de la vacuna del virus de la rabia humana como un neoantígeno alternativo para evaluar la función inmune humoral
Declaración resumida 52: La vacuna del virus de la rabia se encuentra disponible y se usa en los Estados Unidos como profilaxis postexposición. (Ib A)
Declaración resumida 53: La vacuna del virus de la rabia es generalmente bien tolerada. (Ib A)
Declaración resumida 54: Las vacunas del virus de la rabia derivadas del cultivo en células como una vacuna de preexposición inducen una respuesta inmune humoral adecuada. (IIb B)
Declaración resumida 55: Las vacunas del virus de la rabia pueden usarse como un neoantígeno para evaluar las respuestas inmunes humorales en individuos sanos. (IIb B)
Declaración resumida 56: Aunque las vacunas del virus de la rabia pueden inducir una respuesta proliferativa linfocítica tras la inmunización, la nucleocápside del virus de la rabia puede producir una respuesta de superantígeno por las células humanas T que podría comprometer su utilidad para evaluar las respuestas inmunes mediadas por células como un neoantígeno. (IIb B)
Declaración resumida 57: La vacuna del virus de la rabia puede usarse como un neoantígeno para evaluar la respuesta inmune humoral en pacientes con una deficiencia inmune secundaria; sin embargo, el grado de la respuesta podría estar ligado a la dosis (microgramos de proteína) de la vacuna. (IIb C)
Declaración resumida 58: La vacuna del virus de la rabia puede usarse como un neoantígeno para evaluar la respuesta humoral inmune en pacientes con inmunodeficiencias primarias. (IIb C)
Declaración resumida 59: La aplicación de una sola inyección de la vacuna del virus de la rabia puede ser útil en inducir una respuesta medible de anticuerpos, pero se requiere estudio adicional de esta intervención en la evaluación diagnóstica de las inmunodeficiencias primarias. (IV D)
Declaración resumida 60: La vacunación del virus de la rabia puede usarse potencialmente para evaluar la función inmune humoral en un paciente que recibe terapia de reemplazo con inmunoglobulina. (III C)
Declaración resumida 61: Está disponible la prueba para anticuerpos específicos para la vacuna del virus de la rabia, pero se requiere establecer la aplicación general de los métodos específicos en pacientes en quienes se sospeche de una inmunodeficiencia primaria. (IV D)
Declaración resumida 62: En contraste con la vacuna del virus de la rabia, es poco probable que la vacuna del meningococo será un neoantígeno apropiado para pacientes que reciben terapia de reemplazo con inmunoglobulina. (IV D)
Declaración resumida 63: El uso de la vacuna de Salmonella typhi Vi tiene un futuro potencial como un antígeno polisacárido diagnóstico y alternativo en pacientes con inmunodeficiencias primarias, pero en la actualidad no hay información suficiente para respaldar su uso. (IV D)
V. Variabilidad en la inmunogenicidad entre las vacunas disponibles en la actualidad.
Consideraciones generales
Declaración resumida 64: La FDA requiere que los fabricantes de las vacunas prueben cada lote y demuestren cumplimiento con los estándares establecidos para esa vacuna. (NR)
Declaración resumida 65: Al evaluar la consistencia de un lote de vacunas, es importante comprender la interrelación entre la eficacia, la inmunogenicidad, y la potencia. (IV D)
Declaración resumida 66: La consistencia de un lote de vacunas se basa generalmente en las medidas de potencia. (Ib B)
Declaración resumida 67: La potencia de una vacuna es dependiente de numerosos factores. (III C)
Declaración resumida 68: Aunque las medidas de potencia se considera que estén estandarizadas, no garantizan la consistencia del lote en lo que se relaciona a la inmunogenicidad o la eficacia. A pesar de cubrir los estándares de potencia, hay información que sugiere que ocurre variabilidad del lote y que los lotes de vacunas fallaron. (III C)
Variabilidad en la inmunogenicidad entre las vacunas disponibles en la actualidad específicas para evaluar poblaciones inmunodeficientes
Declaración resumida 69: Las vacunas del toxoide tetánico no muestran una variabilidad inmunogénica significativa y son buenas herramientas diagnósticas para la evaluación de la competencia inmune a antígenos dependientes de células T. (Ib A)
Declaración resumida 70: Las vacunas conjugadas proteicas de Haemophilus influenzae tipo B (HIB) y las vacunas del neumococo muestran variabilidad en la inmunogenicidad debido a la proteína transportadora y la naturaleza del antígeno. (Ib A)
I. Uso de las vacunas comunes para la medición de la función inmune humoral
Existe un número sustancioso de vacunas aprobadas para uso profiláctico en los Estados Unidos (Tabla I), y muchas son parte de los esquemas de vacunación requeridos o recomendados. El diagnóstico de múltiples IDP depende en parte de la evaluación de las respuestas a estas exposiciones antigénicas rutinarias. Para una guía directa en cuanto al diagnóstico de IDP específicas, el lector deberá referirse al actual (y cualquier futuro) Consejo Colectivo de Parámetros Prácticos en Alergia, Asma & Inmunología en IDP. Las siguientes declaraciones resumidas (Declaraciones Resumidas 1-8) son sobre consideraciones generales de las vacunas más comúnmente usadas para propósitos diagnósticos de las IDP.
Declaración resumida 1: Las vacunas más comúnmente usadas para el análisis de la función de las células B son aprobadas por la “Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos” (FDA) y se usan mundialmente en niños para prevenir enfermedades contagiosas. (Ia A)
Las vacunas pueden usarse con seguridad para evaluar la función humoral. En general, el uso de las vacunas como una herramienta diagnóstica requiere información sobre lo siguiente: seguridad, inmunogenicidad, pruebas para medición de anticuerpos, y respuesta normal. Las vacunas más comúnmente utilizadas para el análisis de la función de células B están aprobadas por la FDA y se usan mundialmente en niños para prevenir enfermedades contagiosas (ver Tabla I). Por lo tanto, la seguridad de estas vacunas se evaluó en forma extensa y aún es monitorizada por agencias de salud y gubernamentales.
Las vacunas con toxoide diftérico y tetánico son las vacunas más comúnmente usadas para evaluar la producción de anticuerpos a antígenos proteicos. Estos antígenos son usualmente referidos como antígenos dependientes de células T que requieren la cooperación de células T y B. Las VPN puras no conjugadas son las vacunas más comúnmente usadas para evaluar la producción de anticuerpos a antígenos polisacáridos y son usualmente referidas como independientes de las células T (aunque esto aplica más directamente a la respuesta IgM). Estas vacunas se usan menos comúnmente en niños pero se cree que pueden disparar respuestas inmunes diferentes a aquellas producidas por vacunas basadas en proteínas o conjugadas. Importantemente, las vacunas comúnmente usadas para propósitos diagnósticos tienen características inmunogénicas particulares, como se describe en este documento (Tabla III).
Declaración resumida 2: El diagnóstico y tratamiento de la inmunodeficiencia común variable (IDCV) incluye de manera tradicional la evaluación de respuesta a vacunas. (IIa B)
Las respuestas a las vacunas en este grupo heterogéneo de pacientes se estudiaron de manera extensa en números pequeños de sujetos. Un estudio reportó un índice de respuesta de 23% a la vacuna antigénica polipeptídica y un índice de respuesta de 18% a la VPN no conjugada. Otro estudio caracterizó la respuesta a la vacuna polisacárida meningocócica y encontró un índice de respuesta de 64% dentro de la cohorte de la IDCV. Un tercer estudio comparó la respuesta a la vacuna conjugada del HIB en sujetos adultos sanos y pacientes adultos con IDCV y demostró variabilidad en la respuesta al conjugado del HIB pero respuesta disminuida en casi todos los pacientes. Se pueden observar respuestas variables a las vacunas en al menos algunas personas con el diagnóstico de IDCV, y cierto grado de respuesta no es necesariamente contradictorio para este diagnóstico. Interesantemente, dos grupos encontraron una correlación entre la ausencia de respuesta a la vacuna (específicamente a la VPN) y porcentajes disminuidos de IgM de células B de memoria. En conjunto, esta información hace énfasis en la utilidad de la respuesta a las vacunas para el diagnóstico y la modalidad terapéutica potencial en pacientes con IDCV. Sin embargo, la respuesta a las vacunas no se usa sólo como el único criterio diagnóstico ya que la disminución en los niveles de anticuerpos específicos es de importancia inmunológica primaria y la susceptibilidad a la infección es de importancia clínica primaria. Dicho lo anterior, los niveles de anticuerpos específicos están más a menudo disminuidos o ausentes en pacientes con IDCV. Las definiciones específicas diagnósticas se proveen en otra parte.
Declaración resumida 3: Hay cuatro inmunodeficiencias primarias que dependen en gran medida del análisis cualitativo de las respuestas a la vacunación. (IV D)
Debido a la presencia de una población cuantitativamente normal de células B y niveles cuantitativos séricos variables de inmunoglobulinas (valores disminuidos a variables), 4 síndromes de inmunodeficiencias primarias dependen sólo del análisis cualitativo de las respuestas a la vacuna: la hipogamaglobulinemia transitoria de la infancia (HTI); la deficiencia de subclases IgG1, IgG2, o IgG3; la deficiencia selectiva de IgA; y la deficiencia selectiva de anticuerpos. Las respuestas a antígenos proteicos o proteicos conjugados están usualmente conservadas en estas condiciones. Las respuestas a los polisacáridos pueden afectarse en pacientes con deficiencia de subclase IgG 2 y deficiencia selectiva de anticuerpos. La incidencia verdadera de estos diagnósticos no se conoce; sin embargo, los registros actuales y las opiniones de los expertos sugieren que estas están dentro de los síndromes de inmunodeficiencia primaria más comunes. El diagnóstico de una deficiencia de subclase de IgG se asocia con niveles de inmunoglobulinas para cualquiera de las primeras tres subclases de IgG que se encuentran mayores a dos desviaciones estándar por debajo de los rangos de referencias de la media específica a la edad, los cuales deben considerarse como un porcentaje del nivel total de IgG. Los niveles de IgG4 son comúnmente bajos y frecuentemente inmedibles y por lo tanto no se relacionan con el tema de deficiencia de subclase de IgG. Aunque actualmente controversial como un diagnóstico independiente, las deficiencias de los tipos 1, 2 y 3 de la IgG o una combinación de estos pudieran asociarse con infecciones sinopulmonares recurrentes. Debido a que una deficiencia en una subclase individual de IgG puede ocurrir en hasta 2% de la población sana, se indica una consideración inmunológica cuidadosa de estos sujetos y una correlación clínica fuerte.
Los niños pequeños que presentan infecciones recurrentes del tracto respiratorio y niveles de inmunoglobulinas por debajo del rango de referencia de acuerdo a la edad en la presencia de números normales de células T y B, usualmente se someten a evaluación adicional, la cual incluye reto con vacuna. Los inmunólogos se basan en la respuesta a la vacuna para ayudar a hacer la distinción entre IDP significativas y niveles bajos transitorios de inmunoglobulina, como se ve en los pacientes con HTI, o retraso en la maduración de respuestas de anticuerpos. Si la respuesta a la vacuna se interpreta como normal, puede ser probable un diagnóstico de alguna forma de retraso en la maduración de respuestas de anticuerpos, como puede ocurrir en pacientes con HTI. Un subgrupo de los pacientes pediátricos que tienen una respuesta marginal pobre a la vacuna y en los cuales no hay evidencia específica de una IDP podrá presentar una normalización de sus valores de laboratorio con el tiempo, lo cual parece ser indicativo de alguna forma de retraso en la maduración de las respuestas de anticuerpos y puede también ser consistente con HTI. En pacientes con retraso en la maduración de las respuestas de anticuerpos, es necesaria la evaluación repetida a lo largo del tiempo de sus respuestas a la vacuna para evaluar la normalización de sus respuestas. Igualmente, las otras inmunodeficiencias humorales comunes (es decir, la deficiencia selectiva de IgA con deficiencia de subclase de IgG y la deficiencia selectiva de anticuerpo) se basan en la interpretación precisa de las respuestas a la vacuna para el diagnóstico y tratamiento apropiados.
Declaración resumida 4: Varias inmunodeficiencias primarias que se definen de manera genética se asocian con una respuesta pobre de anticuerpos a polisacáridos, y la vacunación con la vacuna polisacárida neumocócica (VPN) puede ser de utilidad diagnóstica. (IIa B)
La respuesta a la VPN, junto con la historia clínica, es importante en la guía del tratamiento médico de estos pacientes. En los pacientes con el síndrome de Wiskott-Aldrich (SWA) y en aquellos con ataxia telangiectasia (AT), varios estudios pequeños reportaron respuestas pobres a las vacunas polisacáridas en la mayoría de los pacientes. Un estudio pequeño en los pacientes con AT demostró que la vacunación inicial con VCN y la vacunación subsecuente con VPN pueden conducir a niveles más altos de anticuerpos a los serotipos específicos de VCN y los serotipos no relacionados a la VCN. Los títulos se determinaron con ELISA con una mezcla de VPN como antígeno. Esta intervención puede considerarse para utilidad terapéutica en el incremento de los niveles de anticuerpos específicos para las especies de Pneumococo y en consecuencia independiente de los esfuerzos diagnósticos. La respuesta pobre a la VPN se describió en pacientes con el síndrome de eliminación de 22q11.2 (Di George), aunque la incidencia de respuesta deteriorada al polisacárido fue considerablemente más baja en pacientes con eliminación de 22q11.2 en comparación con lo visto en pacientes con SWA y AT. Sin embargo, puede haber un sesgo de selección de pacientes con eliminación de 22q11.2 con deterioro de anticuerpo a polisacáridos seguidos en una clínica de inmunología al considerar la relativa frecuencia de esta microeliminación en la población general. Debido a que la mayoría de los pacientes con 22q11 tienen una deficiencia más leve de su inmunidad en comparación a los pacientes con SWA o AT, la vacunación puede representar una intervención terapéutica importante en esta población, con inclusión de aquellos fuera del rango de la edad pediátrica. Estos dos diagnósticos genéticos se ofrecen como ejemplos debido a que hay varios más a los cuales se puede aplicar esta rúbrica.
Declaración resumida 5: Las respuestas de anticuerpos a antígenos independientes de las células T (polisacárido) no deben de ser un componente de la investigación rutinaria para deficiencias de anticuerpos en niños menores de 18 meses de edad en medio de recibir sus series de vacunación primaria. (IIa A)
Se reporta históricamente que los niños menores de 2 años tienen una habilidad reducida para responder a los antígenos polisacáridos mientras que poseen una respuesta fuerte a los antígenos proteicos. Después de esta edad, las respuestas de anticuerpos específicos a polisacárido maduran de forma gradual. Esta ontogenia de las respuestas de anticuerpos antipolisacáridos explica en parte la susceptibilidad de los niños a enfermedades invasivas causadas por bacterias patógenas encapsuladas, tales como el HIB y las especies de Pneumococo. Estos sirvió como un fundamente para el desarrollo de vacunas conjugadas de proteicas, que son componentes estándar de los esquemas pediátricos de vacunación. La respuesta pobre de anticuerpos inmunológicos no se relaciona a la especificidad del antígeno pero se debe a la maduración inmunológica dependiente de la edad. Sin embargo, la aparición de isohemaglutininas en el suero puede actuar como un marcador sustituto para el desarrollo de respuestas de anticuerpos específicas al polisacárido. Curiosamente, los receptores de trasplantes de médula ósea alogénico o autólogo presentan el mismo patrón de recuperación temprana de las respuestas de anticuerpos a proteínas y ontogenia tardía de las respuestas de anticuerpos al polisacárido. Sin embargo, otros datos históricos y más recientes sugieren que niños tan pequeños como de 6 meses de edad pueden responder de forma efectiva a la vacunación con polisacárido (Esto se aborda de forma más específica en la Declaración resumida 16). Dado que se cree que algunas vacunas polisacáridas (ver Declaración resumida 28 y 40) interfieren con el desempeño de las vacunas conjugadas, la recomendación más prudente es la de no usar rutinariamente las vacunas polisacáridas para propósitos diagnósticos en niños pequeños aún en medio o demasiado pronto tras su esquema de vacunación con VCN (actualmente 18 meses de edad).
Declaración resumida 6: Algunas inmunodeficiencias son drásticas, y perseguir la evaluación de la función inmune humoral por medio de pruebas antigénicas con vacunas retrasaría la terapia necesaria. (IV D)
Los pacientes con inmunodeficiencia grave de células T o ausencia del desarrollo de células B secundario a mutaciones genéticas se presentan con hipogamaglobulinemia grave, ausencia de producción de anticuerpos específicos, o ambos. En estos pacientes los niveles séricos de IgG pueden reflejar anticuerpos maternos transferidos por vía placentaria durante los primeros 3 a 6 meses de un nacimiento a término. Si el diagnóstico de una IDP grave se establece por medios fenotípicos o genéticos, la terapia de reemplazo no deberá retrasarse más allá, independientemente de la IgG materna transferida. En un paciente con una IDP primaria grave y niveles muy bajos de IgG, la medición de la función inmune humoral por medio de retos con vacunas no es por lo tanto esencial pero puede proveer evidencia de apoyo para el diagnóstico primario si la vacunación ya se administró. En este caso las pruebas de anticuerpos pueden realizarse al mismo tiempo que otras pruebas inmunológicas sin retraso adicional de otras intervenciones. Sin embargo, una vez que se reconoce el diagnóstico, no se justifica retrasar el tratamiento para determinar la respuesta a las vacunas. Algunas excepciones raras dentro de estos diagnósticos existen como una característica de variaciones leves de estas enfermedades conocidas pero de nueva cuenta son las excepciones raras en estos casos y no deberán anticiparse.
Como una guía general adicional, después de descartar condiciones que conducen a hipoglobulinemia secundaria (por ejemplo, enteropatía perdedora de proteínas o síndrome nefrótico) en pacientes con infecciones y sospecha de inmunodeficiencia, es opinión de los expertos que los niveles de IgG menores de 200 mg/dL en un infante requieren de inicio de reemplazo de inmunoglobulina, siempre y cuando sea clínicamente apropiado y por lo tanto no será necesaria la evaluación anterior mediante el reto con antígeno de vacunas. Sin embargo, si es probable un diagnóstico de inmunodeficiencia, se deberá proporcionar la terapia de reemplazo independientemente del nivel de IgG, no se aplicaría un valor específico de 200 mg/dl. Esto incluiría casos sospechosos de agamaglobulinemia ligada a X (ALX) en donde hay presentes menos de 2% de las células B o diagnósticos tempranos de defectos graves de células T. En sujetos mayores, el nivel de 200 mg/dl no se aplica y pudiera considerarse un umbral demasiado bajo.  Sin embargo, en pacientes con condiciones perdedoras de proteínas, se recomienda que se evalúe también la especificidad de los anticuerpos.
Declaración resumida 7: El uso de vacunas polisacáridas como una herramienta diagnóstica debe integrar numerosos criterios. (IIa B)
Se necesitan tener en cuenta numerosas consideraciones cuando se usan vacunas polisacáridas puras, como la historia previa de vacunación, la edad del paciente, el resultado de vacunaciones repetidas, el orden de las vacunas, los títulos preexistentes y la definición de “normal” o “protector”. Estas cuestiones son complejas y son los tópicos de declaraciones resumidas subsecuentes (en particular Declaraciones resumidas 14 y 20)
Declaración resumida 8: El uso de vacunas con virus vivos debe evitarse en pacientes con ciertas inmunodeficiencias. (IIa B)
Algunas inmunodeficiencias primarias se asocian con susceptibilidad a infecciones virales e inmunidad deficiente mediada por células, como la inmunodeficiencia combinada grave. Otras, como la ALX, tienen una susceptibilidad específica y anormal para ciertos tipos de virus. En pacientes con estos trastornos, la vacunación con vacunas de virus vivos (Tabla I) deberá evitarse debido a que son capaces de resultar en infección clínicamente relevante. Siempre será más seguro evitar la vacunación con virus vivos mientras que las consideraciones diagnósticas estén en proceso y cuando se diagnosticó una inmunodeficiencia combinada o de células T (excepto cuando estén disponibles recomendaciones específicas). Guías más específicas en este tópico se encuentran disponibles en otro sitio.
II. Uso de la vacuna polisacárida neumocócica en la evaluación de la función inmune humoral y en el diagnóstico de deficiencia funcional de anticuerpos.
Declaración resumida 9: Las vacunas neumocócicas se recomiendan para todos los niños y adultos mayores de 65 años, y en algunos grupos de riesgo alto. (Ib A)
La vacuna del neumococo debe proveerse a ciertos sujetos de acuerdo con el “Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización” (ACIP). Están disponibles dos tipos de vacunas del neumococo. Estas son (1) VCN (Prevnar 7 y Prevnar 13; Wyeth Pharmaceuticals, Madison, NJ) y (2) VPN23 (Pneumovax; Merck & Co, Whitehouse Station, NJ).
Prevnar 13 (VCN13) se autorizó en Febrero de 2010 y reemplazará a la VCN7 (Prevnar 7) al usar el mismo esquema para la inmunización inicial y el refuerzo. La VCN13 contiene 6 antígenos conjugados capsulares polisacáridos adicionales que no están presentes en la VCN7. Por lo tanto la VCN13 deberá verse como la VCN primaria relevante para las consideraciones aplicadas a los pacientes bajo evaluación por IDP en relación al resto de este documento. Sin embargo, con esa calificación, la mayoría de la información disponible de la VCN en relación a este documento se deriva del uso de la VCN7, y por lo tanto la VCN7 se discute de manera extensa.
La VCN7 se compone de polisacáridos capsulares purificados de 7 serotipos neumocócicos conjugados para CRM197, una proteína del toxoide diftérico. La VCN7 incluye los serotipos 4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F, y 23F. La VCN13 contiene los 7 serotipos de la VCN7 más 6 serotipos adicionales (serotipos 1, 3, 5, 6A, 7F, y 19A). La VPN23 (Pneumovax) se compone de polisacáridos capsulares purificados de 23 serotipos, que incluyen 1, 2, 3, 4, 5, 6B, 7F, 8, 9N, 9V, 10A, 11A, 12F, 14, 15B, 17F, 18C, 19A, 19F, 20, 22F, 23F, y 33F. (Los serotipos en la VPN 13 se muestran en negrillas, y el serotipo 6 no está presente en la VPN23).
Anteriormente la VCN7 y ahora la VCN13 se recomiendan para vacunar a todos los infantes a los 2, 4, 6 y 12 meses de edad. La VCN7 y ahora la VCN13 también se usan en los niños de 24 y 59 meses de edad quienes no se vacunaron en forma previa o tengan un esquema de vacunación incompleto antes de los 24 meses y por lo tanto se consideran que están en riesgo alto de enfermedad neumocócica invasiva adquirida.
La VPN23 es actualmente el agente más útil para evaluar la respuesta clínicamente relevante a anticuerpos independientes de células T en pacientes susceptibles a infecciones (ver Declaración resumida 16). La vacuna del neumococo contiene 25 μg de cada uno de los 23 antígenos capsulares polisacáridos purificados (Serotipos del Streptococcus pneumoniae 1, 2, 3, 4, 5, 6B, 7F, 8, 9N, 9V, 10A, 11A, 12F, 14, 15B, 17F, 18C, 19A, 19F, 20 22F, 23F, y 33F). La VPN23 se recomienda para pacientes mayores de 65 años o pacientes pediátricos de riesgo alto en un esfuerzo para prevenir su susceptibilidad a infecciones (independiente de cualquier esfuerzo para buscar el diagnóstico de una inmunodeficiencia). El uso de la VPN23 también puede considerarse en pacientes en riesgo alto a quienes en forma previa se les administró la VCN7 o VCN13 para ampliar su cobertura. Los pacientes en riesgo alto, como aquellos con enfermedad de células falciformes, asplenia, asma, diabetes mellitus, implantes cocleares, fugas de líquido cefalorraquídeo, infección por VIH, síndrome nefrótico, y otros estados de inmunodeficiencia (primaria o secundaria), o enfermedad cardíaca, pulmonar o hepática crónica; niños nativos Indio-Americanos/Alaska; y recipientes de trasplante de órgano sólido, deben recibir la inmunización contra el neumococo de acuerdo con las recomendaciones publicadas.
Declaración resumida 10: Las vacunas neumocócicas son usualmente bien toleradas. (Ib B)
Las vacunas del neumococo son usualmente bien toleradas. Los efectos adversos se describieron e incluyen eritema local, inflamación y ocasionalmente fiebre por 1 a 2 días tras la administración de la vacuna. Las reacciones anafilácticas son muy raras. Algunos pacientes con anticuerpos preexistentes asociados con vacunación neumocócica previa podrían tener reacciones locales exageradas; estas pueden tratarse con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y medidas de soporte local, como compresas calientes y frías.
Declaración resumida 11: Diferentes títulos de anticuerpos neumocócicos pueden servir a distintos propósitos antiinfecciosos. (IIb B)
Los niveles de anticuerpos neumocócicos, como se miden el suero, que se requieren para prevenir sinusitis, otitis, bronquitis, y neumonía, podrían necesitar ser más altos que aquellos que se requieren para prevenir enfermedad neumocócica hematógena invasiva debido a que los niveles de anticuerpos séricos protectores podrían no llegar dentro de localizaciones extravasculares a niveles suficientemente elevados.
Declaración resumida 12: Los títulos de anticuerpos neumocócicos varían en el transcurso del tiempo en individuos sanos. (IIb B)
Después de la vacunación neumocócica polisacárida, los títulos séricos de anticuerpos en la mayoría de los pacientes disminuyen tras varios meses o años, frecuentemente disminuyen a los niveles previos a la vacunación a los 5 años tras la aplicación de la vacuna en sujetos menores de 65 años. En aquellos mayores de 65 años, la disminución de los niveles previos a la vacunación puede ocurrir en 2 años. En general, se cree que las VPN son más efectivas en la defensa contra los serotipos del Pneumococcus especie contenidos en estas vacunas debido a la mayor capacidad de respuesta que ofrecen por el efecto de estimulación inmune del toxoide diftérico conjugado.
Los individuos sanos inmunizados hace más de 5 años, pueden tener niveles disminuidos de los anticuerpos; por lo tanto los títulos no protectores en estos sujetos no son generalmente evidencia de inmunodeficiencia de anticuerpos. Los sujetos sanos no inmunizados usualmente tienen niveles de anticuerpos protectores a algunos serotipos pero no a otros como resultado de infecciones clínicas o subclínicas; la ausencia de algunos serotipos de anticuerpos en los sujetos no inmunizados no indica inmunodeficiencia. En contraste, la falla para demostrar títulos suficientemente aumentados tras la inmunización puede ser indicativa de inmunodeficiencia.
Declaración resumida 13: Los títulos de anticuerpos neumocócicos pueden ser de valor para determinar la respuesta a infecciones neumocócicas documentadas previas si se conoce el fenotipo infectante. (IV D)
En los pacientes con infección neumocócica se espera que tengan títulos medibles contra el serotipo de la bacteria infectiva. Esto puede representar una respuesta de anticuerpo específica y debe esperarse que ocurra en sujetos inmunológicamente saludables. De manera similar, en muchos pacientes con IDP y defectos de anticuerpos se espera que respondan imperfectamente a la infección con un serotipo neumocócico particular. Esto sugiere el valor de subtipificar los organismos neumocócicos cuando se identifican en el contexto de una infección grave para evaluar una respuesta apropiada. Sin embargo, la subtificación puede no estar disponible en todos los centros. Esta información debe buscarse de ser posible, pero esta práctica no se considera un estándar del cuidado.
Declaración resumida 14: Las respuestas neumocócicas con anticuerpos IgG se evalúan generalmente por medio de ELISA o estudios inmunológicos relacionados. (NR)
Existen una serie de métodos usados para la detección de IgG específica al Pneumococcus especie. Las pruebas serológicas del neumococo se realizan por dos razones principales: (1) para evaluar si la seroconversión ocurre para el propósito de protección y (2) para evaluar la competencia inmune humoral. Los estudios demostraron diferencias en la calidad de los anticuerpos antineumococo al usar varias pruebas, y en el logro de ciertos títulos de anticuerpos que presumiblemente se traducen a protección de la enfermedad, aunque los valores pueden diferir según las distintas pruebas (ver abajo las declaraciones resumidas específicas que abordan este tópico). Para los estudios de vacunas, se desarrollaron pruebas para IgG específica al serotipo. Existe un consenso metodológico para este propósito con estándares disponibles internacionalmente. Sin embargo, la IgG neumocócica puede padecer de especificidad baja si el antígeno probado contiene tanto polisacárido específico al serotipo como polisacárido C. Los anticuerpos para este último no son protectores.
Actualmente, las técnicas más comúnmente utilizadas para medir los anticuerpos antineumococo incluye ELISA o perfiles de multianalitos con fluorescencia con la tecnología Luminex (Luminex, Austin, Tex). Antes de la detección específica de anticuerpos, las técnicas incluyen adsorción con polisacárido C y serotipo 22F para eliminar anticuerpos no específicos que den reacción cruzada.
Las pruebas están disponibles de varios laboratorios comerciales. Los títulos de anticuerpos para al menos un subtipo de los serotipos presentes en VCN7, VCN13, y VPN23 deberán realizarse 4 a 8 semanas después de la vacunación neumocócica. Los títulos prevacunación permiten la determinación de la extensión del incremento en la respuesta causada por la vacunación.
La evaluación de la respuesta de anticuerpos a las vacunas neumocócicas sirve para dos propósitos: (1) para determinar si el sujeto es capaz de montar una respuesta con anticuerpos protectores y (2) para determinar la magnitud de la respuesta. Definir los niveles protectores de anticuerpos e incluso los niveles “normales” para la IgG neumocócica es problemático debido a que los niveles protectores pueden ser diferentes según el serotipo que se evalúa; esto también varía con la edad. Estudios históricos que evalúan la inmunogenicidad reflejan algo de la falta de consenso con respecto no sólo a los niveles de corte para protección sino al número de serotipos que definen a los respondedores y a los no respondedores. Algunos propusieron que para los niños de 24 meses a 5 años de edad, una respuesta normal a la VPN se define como anticuerpos “protectores” a 50% o más de los serotipos probados, con al menos un incremento de 2 veces de los títulos. Para los sujetos de 6 a 65 años, una respuesta normal se definió como anticuerpos protectores a 70% de los serotipos estudiados, con al menos un incremento de 2 veces los títulos. En las siguientes declaraciones resumidas se proveen perspectivas adicionales más actualizadas sobre estas interpretaciones históricas de las respuestas (ver Declaraciones resumidas 22 y 32).
Declaración resumida 15: Los estudios funcionales para detectar anticuerpos antineumocócicos específicos también existen y podrían proveer una mejor medida de la calidad de los anticuerpos antineumocócicos. (IV D)
Aunque no se encuentran comercialmente disponibles, las pruebas de opsonización fagocítica miden la funcionalidad de los anticuerpos antineumococo. Algunos sujetos presentaron niveles altos de anticuerpos neumocócicos mediante ELISA pero con valores bajos (baja actividad opsonofagocítica) en las pruebas de opsonización fagocítica. Por lo tanto, la presencia de anticuerpos antineumococo y su función pueden resultar discordantes. Sin embargo, se desconoce si esta disparidad tiene correlación clínica. La absorción con el serotipo polisacárido 22F mejora la correlación entre los títulos de ELISA y la opsonofagocitosis.
Declaración resumida 16: La VPN se usa de manera amplia en el diagnóstico tanto de adultos y niños que completaron su vacunación primaria con la vacuna conjugada neumocócica (VCN) y en quienes se sospecha de inmunodeficiencia para evaluar la respuesta a antígenos polisacáridos. (Ib A)
La VPN23 se usa de forma rutinaria en la evaluación de pacientes con sospecha de deficiencia de anticuerpos, tanto primaria como secundaria. Existen numerosas facetas involucradas en la interpretación de estas respuestas, tal y como se discute en las siguientes secciones y un gran número de referencias. Aunque algunas fuentes consideran a los sujetos menores de 2 años como hiporrespondedores, estudios de inmunización en población realizados por la Organización Mundial de la Salud en los ochentas con la vacuna neumocócica no conjugada 23, así como investigaciones más recientes, demostraron que niños estudiados tan pequeños como de 6 meses pueden montar respuestas con anticuerpos neumocócicos, que en el caso de la referencia original demostraron disminución de la incidencia de la enfermedad neumocócica. Por lo tanto, la VPN debe utilizarse para motivos diagnósticos, como se indica clínicamente, pero debe evitarse durante el tiempo y un período después de las series de la VCN primaria debido en gran parte a la preocupación teórica de interferencia con la eficacia de la VPN (derivado de estudios en adultos [ver Declaración resumida 28 y 29] y experiencias con la vacuna del meningococo [ver Declaración resumida 40]).
Declaración resumida 17: La VCN7 y VCN13 se usan en forma ocasional en el diagnóstico de inmunodeficiencias. (IIb C)
Previamente la VCN 7 y en la actualidad la VCN13 pueden utilizarse en infantes y niños menores de 60 meses de edad que carecen de títulos de anticuerpos protectores para los serotipo neumocócicos contenidos  en estas vacunas. Se recomiendan 3 inmunizaciones para los niños menores de 24 años y una sola inmunización para los niños de 25 a 60 meses o los adultos. Estas vacunas pueden utilizarse de manera adicional a las vacunas antigénicas usadas para la determinación de la respuesta de anticuerpos dependiente de células T, tal como el toxoide tetánico, el toxoide diftérico y las vacunas conjugadas de H influenzae.
La VCN7 y la VCN13 también pueden usarse en sujetos mayores de 2 años (incluso adultos) con una respuesta pobre a la VCN23 para determinar su respuesta a los antígenos de proteína conjugada. Se recomienda una sola dosis. Para los adultos inmunodeficientes infectados con VIH, se utilizan dos dosis separadas por un mes. Es importante para quien prescribe estas vacunas estar familiarizado con las indicaciones aprobadas por la FDA para estas vacunas ya que algunos usos pudieran representar una indicación “no validada”.
Declaración resumida 18: La medición individual de títulos de serotipos neumocócicos antes y después de la inmunización y el listado de los números de serotipos que responden es una técnica aceptada para evaluar la función inmune humoral. (IIb B)
El número de serotipos individuales utilizados en la actualidad para propósitos diagnósticos varía de 4 a 23. Sin embargo, los alergólogos/inmunólogos utilizan más comúnmente 12 a 14. Aunque los enfoques diagnósticos para la inmunodeficiencia primaria parecen cambiar con el tiempo, en la actualidad, la medición cuantitativa de los títulos de IgG neumocócica es un enfoque estándar aceptado.
Declaración resumida 19: La medición de los títulos de anticuerpos neumocócicos a cualquiera de las vacunas debe realizarse 4 a 8 semanas después de la vacunación. (Ib A)
La respuesta a la vacuna se mide de manera más adecuada después de más 4 semanas y menos de 8 semanas de la aplicación de la inmunización. Si están disponibles títulos previos de anticuerpos, las pruebas deberán realizarse idealmente en el mismo laboratorio.
Declaración resumida 20: Una respuesta protectora (normal o adecuada) a cada uno de los serotipos del neumococo se define como un título de anticuerpos igual o mayor a 1.3 𝜇g/ml. (IIb C)
El nivel protector de cada serotipo neumocócico es de 1.3 𝜇g/ml, tal y como se mide con técnicas cuantitativas fidedignas. Este valor consensado se utilizó en varios estudios aunque el valor de 1.6 𝜇g/ml se utilizó en otros estudios, y algunos laboratorios comerciales usan un nivel tan bajo como 1.0 𝜇g/ml o tan alto como 2.0 𝜇g/ml. Se sugirieron incluso valores más bajos. Claramente, existe controversia en cuanto a este tema. Algunos laboratorios comerciales nuevos ahora usan valores individuales determinados por las medias obtenidas de cada serotipo de un gran número de medidas y definen valores protectores como aquellos que están en el rango estadísticamente relevante. Además, varios estudios mostraron que los títulos máximos obtenidos con cada serotipo pueden variar de uno a otro. Cuando se reportó, el factor de conversión de nanogramos de nitrógeno de anticuerpo por mililitros (ng N/ml) a microgramos de anticuerpo por mililitro, es como se señala a continuación: 160 ng N/ml = 1.0 𝜇g/ml. Los umbrales reportados también varían de acuerdo a si la prueba del serotipo específico usa polisacárido C y adsorbentes 22F.
Declaración resumida 21: Una respuesta normal para un solo serotipo presente en la vacuna neumocócica, se define como la conversión de un título de anticuerpos no protector a uno protector. (III D)
Aunque la definición de qué es lo que constituye un título protector es aún un área activa de investigación, es importante apreciar el valor de cuándo un sujeto es capaz de aumentar el nivel de un anticuerpo específico de un nivel no considerado protector a uno protector. El aumento cuantitativo de un título en particular es el tema de muchas investigaciones y se aborda en otras declaraciones dentro de este documento (ver Declaraciones resumidas 24-26).
Declaración resumida 22: El número de serotipos neumocócicos que son protectores después de la vacuna puede usarse para definir una respuesta normal (adecuada o epidemiológica). (IV D)
Es problemático definir los niveles protectores e inclusive los rangos “normales” de anticuerpos IgG neumocócicos debido a que el nivel protector puede diferir de acuerdo a los serotipos evaluados además de que existen variaciones según la edad. Los estudios que evalúan la inmunogenicidad reflejan la falta de consenso en relación no sólo a los niveles de corte para protección sino el número de serotipos que definen a los respondedores y los no respondedores. Aunque de acuerdo a evidencia limitada, algunos propusieron que para los niños de 24 meses a 5 años una respuesta normal a la VPN es la conversión de más de 50% de los serotipos evaluados con al menos un aumento de dos veces el título de anticuerpos. Para los sujetos de 5 a 65 años de edad, una repuesta normal se define como una conversión de 70% de los serotipos evaluados con al menos un aumento de dos veces el título de anticuerpos.
Para una interpretación precisa de estas recomendaciones históricas, vea las declaraciones resumidas subsecuentes, en particular la Declaración resumida 32 en esta sección. Es importante reconocer que esta guía particular acerca de la utilidad de la respuesta a los serotipos del neumococo siempre se ofrece como una opinión de experto basada en observaciones experimentales de pacientes en riesgo o aquellos que recibieron un diagnóstico. Se requiere investigación adicional sustanciosa para realmente definir si un umbral particular se compara con una inmunidad normal o anormal. Es importante, la aplicación de cualquier guía o interpretación de los datos deberá estar en el contexto de la correlación clínica, la cual, en el caso de la inmunodeficiencia humoral, se refiere a la susceptibilidad o las manifestaciones atípicas de enfermedades infecciosas. La Declaración resumida 32 ofrece una perspectiva más detallada en relación a este tema.
Declaración resumida 23: Algunos serotipos neumocócicos se consideran antigénicamente más confiables que otros. (Ib A)
Los serotipos capsulares de neumococo pueden variar su inmunogenicidad. Por ejemplo, el serotipo polisacárido 3 es inmunogénico inclusive en niños pequeños que no responden a otros serotipos, mientras que los serotipos 6B y 23F se reconocen como inmunógenos pobres. Por lo tanto, la respuesta a uno o un grupo selecto pequeño de serotipos neumocócicos no podrá tomarse como representativa de protección o inmunocompetencia con anticuerpos. Los intentos para definir los respondedores contra los no respondedores están provistos de heterogeneidad, y no son posibles reglas generalizadas en el contexto de la vacunación diagnóstica.
Declaración resumida 24: Es menos probable que el título preinmunización más alto para un serotipo neumocócico específico tendrá un aumento significativo después de la vacunación. (III C)
Una respuesta adecuada a la vacuna del neumococo se definió históricamente como un título posterior a la vacuna de más de 1.3 𝜇g/ml o un aumento del título de anticuerpos de más de 4 veces del nivel basal. Se estableció previamente que la presencia de un título alto de anticuerpo preinmunización no necesariamente neutraliza la respuesta al serotipo en la vacuna. Los pacientes aún son capaces de montar una respuesta biológica en la administración de la vacuna. Sin embargo, los títulos altos de anticuerpos preinmunización para serotipos neumocócicos específicos es menos probable que aumenten de manera significativa tras la inmunización cuando se comparan contra títulos de anticuerpos preinmunización bajos.
Declaración resumida 25: La mayoría de los pacientes con un título prevacunación mayor de 1.3 mg/ml pueden montar un incremento de dos veces en los títulos de la inmunización. Una minoría de los pacientes con títulos iniciales altos será capaz de incrementar cuatro veces su valor de títulos de anticuerpos tras la vacunación. (III C)
No es raro para adultos y niños tener títulos prevacunación mayores de 1.3 𝜇g/ml para varios serotipos neumocócicos. No está totalmente clara la interpretación de la respuesta a la vacuna cuando el título preinmunización es mayor de 1.3 𝜇g/ml. Pocos estudios evalúan la respuesta posterior a la vacuna cuando el título prevacuna es mayor de 1.3 𝜇g/ml. En un estudio reciente que abordó directamente este problema, los títulos de anticuerpos posteriores a la vacuna aumentaron aproximadamente dos veces su valor para la mayoría de los serotipos analizados. Esto fue cierto tanto para niños como adultos. Sólo 10% a 40% de los pacientes tuvieron una respuesta de 4 veces el valor basal cuando el título inicial fue mayor de 1.3 𝜇g/ml. Así en pacientes que se considera tienen títulos protectores prevacuna (es decir, títulos del serotipo inicial mayores de 1.3 𝜇g/ml), la respuesta posterior a la vacuna todavía puede usarse para evaluar la respuesta inmune. Sin embargo, para estos serotipos, una respuesta de dos veces el valor debe considerarse apropiada. Cabe destacar, como se especificó anteriormente, la necesidad de interpretar toda esta información a la luz de la correlación clínica es esencial. La cautela también se sugiere en el tratamiento de pacientes que alcanzan de forma marginal las respuestas consideradas adecuadas.
Declaración resumida 26: La probabilidad de una respuesta de anticuerpos de cuatro veces se aproxima a cero si el título preinmunización está entre 4.4 y 10.3 𝜇g/ml, de acuerdo al serotipo neumocócico. (III C)
La probabilidad de un aumento de 4 veces la respuesta de títulos de anticuerpos disminuye mientras los títulos preinmunización aumentan. Además, existe un valor preinmunización absoluto específico al serotipo por encima del cual no se esperaría una respuesta cuatro veces o mayor. Este valor varía entre los serotipos y oscila de 4.4 a 10.3 𝜇g/ml. Esto permanece cierto a pesar de la edad, el sexo, el nivel de IgG o los valores d

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