Artritis reumatoidea.


INTRODUCCIÓN
La artritis idiopática juvenil sistémica (AIJ) es una enfermedad inflamatoria rara y compleja de la infancia asociada con morbilidad significativa. La AIJ sistémica se caracteriza por artritis acompañada por picos febriles altos, además de una variedad de características adicionales, tales como una erupción típica, linfadenopatía generalizada, hepatoesplenomegalia, y serositis. Hay una variación considerable en el enfoque terapéutico de la AIJ sistémica de nuevo inicio, en parte debido al curso heterogéneo y algo impredecible de la enfermedad, las diferencias en las prácticas médicas y, hasta hace poco, una falta de datos de ensayos clínicos y guías basadas en la evidencia dirigidas a esta población.
La AIJ sistémica representa el 5-15% de los pacientes diagnosticados con algún tipo de AIJ en poblaciones de América del Norte y Europa. Representa una parte desproporcionada de la morbilidad en la artritis de la infancia, que incluye pobre crecimiento, destrucción articular grave que causa discapacidad física y requiere una cirugía de reemplazo articular, y defunciones relacionadas a la AIJ. El curso de la enfermedad es variable, con aproximadamente 11-42% de los pacientes sigue un curso monocíclico de duración variable. La mayoría de los niños afectados tienen un curso crónico e implacable, mientras que una fracción más pequeña (7-34%) sigue un curso policíclico  marcado por  brotes  y remisión de la artritis, con o sin características sistémicas Las muertes ocurren con mayor frecuencia en los niños con AIJ sistémica que en otras categorías, sobre todo debido a infección abrumadora (históricamente asociada con el tratamiento crónico de glucocorticoides), el síndrome de activación de macrófagos (SAM), y la amiloidosis (sobre todo fuera de Norteamérica). Las correlaciones de pronóstico pobre incluyen actividad sistémica continua 6 meses después del diagnóstico (manifestado por fiebre, necesidad de glucocorticoides sistémicos, o trombocitosis), poliartritis agresiva y participación de la columna cervical.
Los glucocorticoides sistémicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE’s) son los pilares del tratamiento desde hace muchos años, pero los glucocorticoides, que con frecuencia se dan por años en esta enfermedad, se asocian con muchos efectos secundarios. Para el tratamiento de la enfermedad articular, el metotrexato y algunas veces los inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNTα) (tales como etanercept e infliximab) se utilizan con éxito limitado. Sin embargo, estos tratamientos en algunos ámbitos se sustituyeron por el uso de la terapia antiinterleucina-1(anti-IL-1), anakinra, el cual se reportó que resulta en una mejora dramática en la enfermedad sistémica y articular en algunos pacientes con AIJ sistémica. El anakinra se aprobó por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento de artritis reumatoide en el adulto, pero su uso para AIJ sistémica es actualmente “fuera de indicación”. Una terapia anti-IL-6 (tocilizumab) se convirtió recientemente en el primer tratamiento aprobado por la FDA para la AIJ sistémica (Abril 15, 2011) y demostró ser de beneficio notable. Las terapias adicionales anti-IL1 (tales como canakinumab y rilonacept) están actualmente en ensayos clínicos en AIJ sistémica.
Con estas nuevas opciones para el tratamiento, hay una necesidad urgente de investigación para determinar su efectividad relativa, seguridad y tolerabilidad en la AIJ sistémica. Estudios comparativos de la eficacia en un entorno observacional se pueden usar para examinar qué tratamientos son eficaces en los cuidados de rutina y ayudar a tomar una decisión guiada sobre cual tratamiento puede ser más apropiado para un paciente individual. La AIJ sistémica, al ser una enfermedad grave relativamente poco común con enfoques terapéuticos ampliamente divergentes, es particularmente adecuada para la investigación comparativa de la efectividad. Para ser capaces de realizar comparaciones significativas entre agentes terapéuticos en un entorno observacional, sin embargo, se requiere estandarización de los regímenes de tratamiento y la medición de resultados. En este esfuerzo presente los autores se propusieron desarrollar planes de tratamiento estandarizados derivados de consenso para esta enfermedad como parte de la mejoría de los resultados de los pacientes con AIJ sistémica, una prioridad científica de la Alianza de Investigación de Artritis y Reumatología Infantil (CARRA). CARRA es una organización de Norteamérica cuya misión es la prevención, el tratamiento y la cura las enfermedades reumáticas en niños mediante el fomento y la realización de investigaciones de alta calidad. El objetivo de los autores fue la generación planes de tratamiento y la recolección de recomendaciones similares a la práctica clínica actual. Esto incrementaría la probabilidad de su uso por reumatólogos pediatras y conduciría a la estandarización del cuidado de numerosos pacientes con AIJ sistémica, con el fin de reducir la variación injustificada en la atención e incrementar la capacidad de hacer comparaciones significativas de la efectividad relativa de los tratamientos. Además, estos planes de tratamiento pueden guiar la práctica de los médicos practicantes y servir como una herramienta de discusión para los pacientes y sus familias. Aunque estos planes pueden diferir de la práctica habitual de algunos médicos, la intención fue desarrollar planes que la mayoría de los médicos sintieran cómodos al usarlos a pesar de las modestas diferencias de su práctica usual. Además, el uso de estos planes no pretende replicar un protocolo de ensayo clínico, es decir, no están destinados a ser prohibitivos; los médicos deben utilizar un de plan consensado de tratamiento (PCT) si ellos consideran que es apropiado para un determinado paciente, y el médico tratante puede diferir de cualquier PCT cuando sea en beneficio del paciente.
MATERIALES Y MÉTODOS
El  núcleo del grupo de trabajo de AIJ sistémica de CARRA , (EMD, YK, TB, PAN, KO, SP, RS y MLS), consistente en una junta de reumatólogos pediatras certificados con especial interés y experiencia en AIJ sistémica, se reúne una o dos veces al mes desde Octubre de 2009 a Marzo de 2011 para revisar la evidencia publicada, formular escenarios clínicos y una definición operacional que describa las características de los pacientes destinados para los  planes de tratamiento, construir encuestas, analizar las respuestas, organizar y dirigir una reunión de consenso, y finalizar el plan de tratamiento resultante.
Encuesta de la reunión preconsenso. Se administró una encuesta en línea basada en casos a los miembros de CARRA en el grupo de trabajo específico de la enfermedad AIJ para identificar los enfoques terapéuticos prevalecientes para el tratamiento de AIJ sistémica de nueva aparición de acuerdo a 4 escenarios clínicos que representaron diferente gravedad de la actividad de la enfermedad (leve, moderada, moderado-alta y alta). Los encuestados reportaron opciones de tratamiento de primera, segunda y también tercera línea para los pacientes con respuesta inadecuada al régimen anterior. Se incluyeron opciones discretas, así como elementos de texto libre. Los encuestados también proporcionaron aportaciones sobre la formulación de las características de los pacientes a tratar, como la duración mínima de la fiebre antes que el diagnóstico de AIJ sistémica debería considerarse probable. Las respuestas se analizaron y sirvieron como la base para una conferencia de consenso de dos días, convocada en Abril de 2010 durante la Reunión Científica Anual de CARRA. Una muestra de las preguntas y las opciones de respuesta se muestra en el Apéndice Complementario A, disponible en la versión en línea de este artículo en http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/(ISSN)2151-4658
Consenso de la reunión. Reumatólogos pediatras, becarios en formación, investigadores y miembros laicos (quienes eran padres de niños con AIJ) asistieron a la reunión del consenso plan de tratamiento de AIJ sistémica, junto con 3 facilitadores. El escenario fue la Reunión Científica Anual de CARRA. Los participantes con derecho a voto fueron los miembros de CARRA en práctica clínica que trataron pacientes con AIJ y eran miembros del comité específico de la enfermedad AIJ de CARRA. Dado que los médicos serán los únicos que usen los PCT, y debido a su  experiencia y posición como partes interesadas en el proceso, su participación se valoró. Después de una presentación de las metas y los objetivos de la encuesta preconferencia, y una visión general de la metodología del consenso, los participantes se dividieron en 3 grupos autoseleccionados de trabajo para determinar los detalles de 1) un plan de tratamiento con glucocorticoides, 2) un plan de tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) y 3) detalles de la evaluación. Dentro de cada grupo de trabajo se buscó una contribución amplia de todos los asistentes a las reuniones por medio de interacciones en grupos pequeños estructurados. Se plantearon preguntas específicas para el debate, y fue requisito un nivel de acuerdo de 80% a cada pregunta para lograr el consenso. Después de completar el panel de preguntas de cada grupo, los participantes de los grupos de trabajo se reunieron nuevamente como un grupo grande para la presentación de los avances de cada grupo de trabajo. Los temas se presentaron para el debate con el grupo más grande para obtener un consenso más generalizado. Si el grupo más grande no mostró un acuerdo claro (al levantar la mano), en ese momento hubo un debate adicional y se produjo un proceso más formal de votación. Después de la reunión, las preguntas para que las cuales el consenso no consiguió respuestas se llevaron al núcleo del grupo de trabajo de AIJ sistémica de CARRA para análisis, discusión y toma de decisiones. Además, los planes de tratamiento preliminar creados en la conferencia se refinaron por el núcleo del grupo de trabajo. Una presentación subsecuente de la revisión de los planes de tratamiento se presentó a todos los miembros de CARRA para su revisión y respuesta por encuesta en línea.
Encuesta de la reunión postconsenso. La encuesta en línea de todos los miembros de CARRA descrita anteriormente se llevó a cabo en diciembre de 2010 para evaluar la aceptabilidad y viabilidad de uso de los planes revisados de tratamiento derivados de la reunión del consenso en Abril de 2010. El contenido temático de las preguntas incluyó: 1) una revisión para la aceptación de la definición propuesta de caso operativo para AIJ sistémica), 2)la especificación de los detalles de los 3 planes de tratamiento de tratamiento desarrollados durante la reunión de consenso (plan de glucocorticoide, plan de metotrexato, plan de anti-IL-1 anakinra), 3) si debe añadirse un plan de tratamiento anti-IL-6, 4) la disposición a utilizar uno de los planes en pacientes recién diagnosticados con AIJ sistémica y 5) estimación del número de pacientes que pueden ser tratados con cada plan anualmente. Un ejemplo de las preguntas de la encuesta se muestra en el Apéndice Suplementario B. De acuerdo a estos resultados de la encuesta, el grupo de trabajo de AIJ sistémica de CARRA refinó adicionalmente los planes de tratamiento y los horarios de monitoreo presentados en esta.
RESULTADOS
La reunión preconsenso con la encuesta basada en casos se completó por 63 de 137 de los miembros del grupo de trabajo de AIJ sistémica de CARRA (tasa de respuesta del 46%, la cual se esperaba de acuerdo a las tasas de finalización de otros encuestas en miembros de CARRA y dada la complejidad de la encuesta).
La encuesta identificó una variabilidad considerable en los enfoques terapéuticos actuales para la AIJ sistémica de nueva aparición, lo que confirma la idoneidad de la AIJ sistémica como un objetivo para investigación comparativa de la efectividad. Por ejemplo, la opción inicial de tratamiento, entre las respuestas para pacientes con AIJ sistémica descrita en los casos incluyó anti-IL-1, anti-IL-6, y agentes anti-FNT, inhibidores de la calcineurina, metrotexate (oral e inyectable), pulsos intravenosos (IV) de metilprednisolona, AINES y prednisona (dosis baja, media, o alta), de acuerdo a la gravedad del paciente. Diversas preferencias de tratamiento emergieron. En resumen, los AINEs se utilizan ampliamente en el espectro de la gravedad de la enfermedad como parte del tratamiento inicial, con tendencia hacia abajo como aumento de actividad de la enfermedad (85,7% para los casos leves hasta un 39.7% para la actividad alta de la enfermedad). El uso de metotrexato (37.9 a 43.3%) se mantuvo estable a través del espectro de  la actividad de la enfermedad. A medida que la actividad de la enfermedad aumenta, también aumenta el uso de pulsos de metilprednisolona y anti-IL-1. La falta de respuesta con lo anterior dio lugar al uso de anti-IL-6, y en menor medida, inhibidores de la calcineurina y los agentes anti-FNT (Apéndice Suplementario C, disponible en la versión en línea de este artículo en http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/(ISSN)2151-4658 También se abordó la definición operacional de caso de AIJ sistémica de nueva aparición que un paciente debe cumplir antes de iniciar cualquiera de los planes de tratamiento estándar. Un total de 74.1% de los encuestados pensó que debe requerirse una duración mínima de 2 semanas de fiebre. La mayoría (87.9%) encontró aceptable iniciar un tratamiento para la AIJ sistémica en ausencia de artritis, de acuerdo a la fiebre y otras manifestaciones sistémicas tales como el exantema característico, la serositis y la adenopatía, siempre que la infección y malignidad se excluyeran de forma adecuada.
Cuarenta y tres miembros de CARRA asistieron a la reunión de consenso cara a cara en Abril de 2010, al igual que dos padres miembros laicos sin derecho a voto y 3 facilitadores. El grupo de plan de glucocorticoide generó un borrador preliminar del enfoque de tratamiento que ofreció una opción tanto de dosis alta (2 mg/kg/día) o dosis baja (0,5mg/kg/día) de prednisona oral, con inyecciones de metilprednisolona en pulsos y/o intraarticular, según sea necesario. El objetivo fue descontinuar glucocorticoides a los 6 meses, con programas de disminución definidos para proceder según se tolere. El grupo de plan de tratamiento con FARME generó planes preliminares para metotrexato y anakinra, cada uno de los cuales podría utilizarse con el plan de glucocorticoide si fuera necesario. El grupo detalles de evaluación de detalles desarrolló programas de intervalos propuestos de visita, evaluaciones clínicas y de laboratorio, e ítems de recopilación de datos.
Después de perfeccionar la definición operacional de caso y los planes de tratamiento para AIJ sistémica por el núcleo de trabajo, se llevó a cabo una encuesta a la totalidad de los miembros de CARRA en Diciembre de 2010 para evaluar su aceptabilidad y factibilidad. La mayoría de los encuestados consideró que las propuestas de ajustes realizadas por el grupo de trabajo central eran aceptables, específicamente, el plan de glucocorticoides  y las características de los pacientes para ser incluidos en la definición operacional de caso (ahora se requiere al  menos 1 articulación con artritis observada por un médico para estar presente) (Tabla 1). Hubo una tasa de respuesta de 63% (133 de 211 encuestados), de los cuales 92.6% expresó su voluntad de seguir el plan de tratamiento con  glucocorticoide, metotrexato, o anti-IL-1 como se esbozó. Ochenta y dos por ciento coincidieron en que también debe ofrecerse un plan de tratamiento basado en anti-IL-6. Se alcanzó un consenso al nivel de 78-85% para todos los temas planteados (aceptabilidad de las características del paciente, los detalles específicos de los planes de tratamiento presentados y la habilidad para usar los planes). A los encuestados también se les pidió que clasificaran los cuatro PCT en términos de probabilidad de uso, donde 1 era el más probable y 4 el menos probable, y hubo un distribución relativamente uniforme de calificaciones entre los PCT: glucocorticoides (puntuación media  2.48), metotrexato (puntuación media 2.05), anakinra (puntuación media 2.0), y tocilizumab (puntuación media 3.26; advertir que el tocilizumab aún no recibía la aprobación de la FDA para AIJ sistémica en el momento de la encuesta). La encuesta puede encontrarse en el Apéndice Suplementario B (disponible en la versión en línea de este artículo en http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/(ISSN)2151-4658 ). Estos PCT estandarizados evolucionaran iterativamente por medio de reuniones del grupo central de trabajo de AIJ sistémica a los planes finales de tratamientos que se muestran en las figuras 1-4, las cuales incluyen la adición de un cuarto plan (anti-IL-6 [tocilizumab]). El Apéndice Suplementario D (disponible en la versión en línea de este artículo en http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/(ISSN)2151-4658 ) presenta los planes en forma escrita. El plan de solo glucocorticoides se simplificó sin posibilidad de pulsos IV de metilprednisolona de mantenimiento, y las guías de disminución de los glucocorticoides se desarrollaron (rápida, veloz y lenta) con un objetivo establecido de estar en el 50% de la dosis inicial a los 3 meses y suspender en los primeros 6 meses. (Apéndice Suplementario E, disponible en la versión en línea de este artículo en http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/(ISSN)2151-4658). El metrotexate y 2 planes de biológicos FARME permiten la adición de glucocorticoides con dosificación de acuerdo con el plan de solo glucocorticoides. Los AINE’s pueden añadirse a cualquier plan de tratamiento. Todos los PCT siguen un programa de evaluación de rutina (Tabla 2) y se sugiere el cambio de planes de tratamiento en cualquiera de las siguientes circunstancias: 1) respuesta inadecuada, 2) incapacidad para destetar los glucocorticoides por lo menos 50% de la dosis inicial en 3 meses, o 3) agravamiento de la enfermedad en los primeros 3 meses. Los intervalos sugeridos de evaluación corresponden con los puntos de decisión en los planes de tratamiento. La duración de los PCT cubren los primeros 9 meses de tratamiento a fin de captar al menos 6 meses de tratamiento con un agente de segunda línea si se realiza una interrupción en el  tratamiento a los 3 meses. Dado que la decisión de continuar con un tratamiento, añadir o aumentar los glucocorticoides, o cambiar a un tratamiento diferente depende del juicio del médico, también se incluyeron los componentes de la evaluación y la determinación del estado de la enfermedad (agravada, sin cambios o mejor). Estos componentes incluyen el recuento de articulaciones, las características sistémicas, y las evaluaciones mínimas sugeridas de laboratorio (Tabla 2).
DISCUSIÓN
Este es el primer esfuerzo en reumatología pediátrica para desarrollar planes de tratamiento estandarizados derivados de consensos para los primeros 9 meses de tratamiento de AIJ sistémica de reciente aparición. Estos planes incluyen recomendaciones sobre las dosis de los medicamentos y la disminución de glucocorticoides junto con un programa recomendado de visitas y parámetros de monitoreo. Estos planes no pretenden ser idénticos para las prácticas habituales de cada médico, pero representan los enfoques generales y más comunes para el tratamiento de la AIJ sistémica por reumatólogos pediátricos en Norteamérica.
Se desarrollaron 4 PCT diferentes: solo glucocorticoides, metotrexato y 2 planes basados en biológicos FARME, anakinra o tocilizumab, cualquiera de los cuales puede utilizarse con el plan de tratamiento con glucocorticoides si es necesario. Estos planes se destinaron para el uso por médicos de acuerdo a su juicio clínico y experiencia. La intención de estos enfoques estandarizados de tratamiento es reducir la variación en los tratamientos, los cuales, junto con la recolección prospectiva de datos en un gran número de pacientes, facilitará la investigación comparativa de la efectividad, la seguridad y la tolerabilidad de los medicamentos en la práctica clínica. La oportunidad para generar conocimiento de este enfoque requiere de métodos analíticos para reducir el sesgo, como la confusión por indicación. Dada la variabilidad actual en los patrones de tratamiento evidenciada por las encuestas, se espera que cada uno de los diferentes planes será adoptado, y así resultar en pacientes con características y niveles de actividad de la enfermedad diferentes siendo tratados con cada plan. Esta variación en el cuidado puede utilizarse con ventaja para identificar las mejores situaciones clínicas en las que estos planes de tratamiento deben utilizarse. Se anticipó que a medida que nuevas evidencias y agentes terapéuticos estén disponibles, los planes de tratamiento serán actualizados y revisados en una forma iterativa. Hubo una serie de retos importantes en la deducción de estos PCT. Estos incluyeron la heterogeneidad conocida de presentaciones y cursos de la enfermedad, así como la heterogeneidad de opiniones existentes en relación con el tratamiento, a menudo basado en la experiencia personal y la observación. Si bien el proyecto podría idealmente haber creado sólo unos pocos planes estandarizados de tratamiento para reducir la complejidad de la comparación, la disponibilidad anticipada del bloqueador de IL-6 no podía ignorarse como una opción probablemente efectiva de tratamiento. Como una consecuencia, medicamentos menos comúnmente usados en AIJ sistémica, tales como los antagonistas de FNT y los inhibidores de la calcineurina, no se incluyeron en los planes de tratamiento.
Además, las primeras recomendaciones del Colegio Americano de Reumatología (CAR) para el tratamiento de la AIJ se publicaron en Abril de 2011. Existen diferencias notables entre los PCT y estas recomendaciones, que se desarrollaron con metodologías diferentes y se buscó abordar cuestiones diferentes. Una diferencia significativa fue la exclusión del tocilizumab de las recomendaciones del CAR debido a que no estaba disponible comercialmente en el  tiempo que se formularon las recomendaciones. Otra diferencia es que las guías consideran el tratamiento de las características sistémicas y el tratamiento de la artritis en la AIJ sistémica completamente separado. En contraste, la decisión del consenso fue que estos aspectos clínicos no se pueden separar prácticamente ya que las características sistémicas y artríticas usualmente coexisten en los pacientes con AIJ sistémica de nueva aparición. Además, mientras que los inhibidores del FNT y el abatacept se incluyeron en las recomendaciones del CAR para el tratamiento de las características de artritis en la AIJ sistémica, estos tratamientos no se incluyeron en los PCT, de nuevo por razones similares. Por último, los PCT ofrecen más especificidad con respecto a la dosis sugerida del medicamento, las evaluaciones y el tiempo anticipado para las respuestas al tratamiento. Una fuerza significativa de los planes es que se obtuvieron con la contribución de un grupo más grande y más amplio de reumatólogos clínicos pediátricos.
Hubo un debate amplio sobre el desarrollo de la definición operacional de los pacientes que podrían tratarse con los planes. Se reconoció que muchos pacientes con AIJ sistémica en las primeras etapas de la enfermedad no cumplen estrictamente los criterios de la Liga Internacional de Asociaciones para la Reumatología (ILAR), a pesar de todo necesitan tratamiento. De hecho, los criterios de Yamaguchi y colaboradores para la enfermedad de Still del adulto no incluye la artritis como un criterio. Con el fin de captar tantos pacientes con AIJ sistémica como sea posible mientras que se evita la inclusión de pacientes con enfermedad febril autolimitada o diagnósticas alternativos, finalmente se decidió requerir al menos 2 semanas de fiebre, y  por lo menos 1 articulación con artritis documentada por un médico, y al menos un criterio compatible con los criterios de ILAR para AIJ sistémica. Debe subrayarse que se debe tener cuidado de excluir otros diagnósticos tales como infección, cáncer, o una condición autoinflamatoria diferente antes de usar estos planes, ya que no existe una prueba infalible de diagnóstico para la AIJ sistémica, y estas enfermedades pueden confundirse con AIJ sistémica. Es esencial que estos planes deban utilizarse sólo cuando el profesional está extremadamente seguro del diagnóstico de AIJ sistémica. Adicionalmente, estos planes no están destinados a ser prescriptivos, ya sea en la elección del plan de tratamiento o cuándo se debe iniciar el plan de tratamiento. Sólo el médico tratante puede decidir si uno de los planes es apropiado para cualquier paciente en cualquier punto de la enfermedad.
Otros puntos de discusión incluyeron el alcance de la evaluación diagnóstica, que no se especifica en los planes de tratamiento. La AIJ sistémica es por necesidad un diagnóstico de exclusión, para el cual no hay pruebas específicas de diagnóstico. Dado que no todos los pacientes con sospecha de AIJ sistémica requerirán una aspiración de médula ósea, una tomografía por emisión de positrones, u otras pruebas específicas, la medida de la evaluación de exclusión debe dejarse a juicio del médico tratante. Otra área de debate considerable incluyó detalles específicos de la dosificación del metotrexato, el anakinra, y los glucocorticoides (la dosis inicial, la rapidez de escalada de la dosis, y las vías de administración de estos medicamentos).
Las limitaciones incluyen que los PCT propuestos no van más allá de los primeros 9 meses y no abordan la disminución de los medicamentos aparte de los glucocorticoides. Nuevos agentes anti-IL-1 necesitarán ser incorporados como parte del plan anti-IL-1 a medida que estén disponibles, junto con las modificaciones a considerar para cualquier diferencia farmacocinética. Dado que los PCT están destinados para el uso en la práctica clínica habitual, las variables propuestas y el tiempo de recolección de datos deben ser similares a la norma de atención, todavía capaces de capturar efectivamente los resultados de salud relevantes. Por último, los PCT no abordan el tratamiento o diagnóstico del síndrome de activación de macrófagos (SAM), una complicación importante de la AIJ sistémica, ya que estos momentos no hay definiciones estándar útiles clínicamente que sean aplicables a todos los pacientes. El médico tratante por lo tanto debe estar consciente de los signos de posible SAM, que pueden causar deterioro rápido e incluso la muerte en pacientes con AIJ sistémica si no son reconocidos y tratados con prontitud. Los signos y síntomas de SAM pueden incluir fiebre persistente, hiperferritinemia marcada, citopenias inapropiadas (plaquetas, eritrocitos, y/o leucocitos), evidencia de lesión hepática (por ejemplo, elevación de enzimas hepáticas), disfunción hepática (por ejemplo, coagulopatía, bloqueo en la síntesis, y triglicéridos elevados), y disfunción del sistema nervioso central. Tener en cuenta que estos no son los únicos signos y síntomas del SAM, y no todos los síntomas pueden estar presentes en cualquier paciente individual con SAM.
En conclusión, los 4 PCT estandarizados para la AIJ sistémica de nueva aparición se desarrollaron con el objetivo de reducir la variación en la atención y en última instancia, facilitar la evaluación de la eficacia comparativa de estos tratamientos. Se encontró que estos planes son aceptables para la mayoría de los encuestados que son miembros de CARRA. Junto con la estandarización de la captura de datos a intervalos de rutina,  el uso generalizado de estos PCT ofrece el potencial para servir como la base para el estudio riguroso de la eficacia comparativa de los regímenes tal como se utilizan en la práctica clínica y que en última instancia para guiar el incremento de la toma de decisiones basada en la evidencia para el tratamiento de la AIJ sistémica.

Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González UANL, Monterrey, México

Dra. med. Sandra N. González Díaz        Jefe y Profesor
Dra. med. Lucía Leal Villarreal                Profesor
Dra. Hilda Hernández Sánchez                Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann           Profesor

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